sábado, 18 de junio de 2016

UNIDAD 5: REFLEXIÓN SOBRE EVALUACIÓN DE LA COMPETENCIA DIGITAL

Es evidente la importancia de la competencia digital en la sociedad actual. Las nuevas tecnologías, en continuo proceso de cambio, demanda la necesidad de un proceso de enseñanza y aprendizaje que contribuya a formar personas competentes en la dimensión digital. 

Todo ello a través de un aprendizaje basado en competencias, que requiere de un enfoque multidisciplinar de diferentes áreas o materias, con dinamismo para aprender constantemente y con una funcionalidad que transfiera el aprendizaje a diferentes contextos de la vida. A partir de unas tareas motivadoras y con un estilo de enseñanza que favorezca que el/la alumn@ aprenda por sí mism@.

Esta metodología confiere a la competencia digital un lugar destacado, ya que las nuevas tecnologías serán la base para que el alumnado aprenda por sí mismo.

Todos conocemos la importancia cada vez mayor de la competencia digital, ahora bien: ¿cómo se evalúa la competencia digital? Esta es la cuestión que se aborda en esta reflexión.

La evaluación tiene un gran valor en el proceso educativo, no se reduce a emitir una calificación, sino a regular todo un proceso, es decir, recibir y dar información que reconduzca el proceso para alcanzar los objetivos que se pretende y mejorar en todo lo posible.

Considero que la evaluación de la competencia digital debe estar basada en la observación como estrategia, usando diferentes instrumentos (portfolios, rúbricas,...). En ella deben participar diferentes agentes (docentes, alumn@s y otros profesionales) que permitan informar sobre la progresión en el desarrollo de la competencia.

Para trabajar la competencia digital es necesario una evaluación inicial o de diagnóstico que nos de información del nivel del alumnado, y así partir de sus capacidades. Luego la evaluación de la competencia digital debe ser continua y formativa a través de la observación del trabajo de las áreas de la competencia digital que el/la alumn@ va desarrollando. En esta evaluación continua, cuando el docente detecte alguna dificultad, deberá averiguar sus causas y adoptar las medidas necesarias para reconducir el proceso.

Fundamentalmente se irá observando el trabajo diario del alumnado, sus publicaciones en portfolios, sus comunicaciones con los demás, su capacidad para resolver problemas, su creatividad y el uso de la seguridad. Todo ello se irá anotando en una rúbrica con unos indicadores y descriptores con diferentes niveles de adquisición.

Y al finalizar el proceso también es conveniente llevar a cabo una evaluación sumativa sobre lo que el alumnado a creado (póster digital, infografía, presentación, comentarios y/o entradas en el portfolio,...).

No podemos olvidar en estos procesos la evaluación entre compañeros/as (que ayudará a mejorar tanto al evaluado como al que evalúa) ni tampoco la evaluación del docente y de todo el proceso de desarrollo de la competencia digital. 

En definitiva, todos los tipos de evaluaciones, según el momento de aplicación, tienen beneficios para el desarrollo de la competencia digital, como se ha reflexionado, siempre que se apliquen en el momento adecuado. No podemos quedar supeditados a una sola de ellas, sino que se deben trabajar de forma contextualizada los diferentes tipos de evaluación y con diferentes instrumentos, para así conseguir un desarrollo óptimo de la competencia digital.

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